jueves, 14 de junio de 2007

Iglesia San Francisco: el interior






El espléndido interior de la Iglesia de San Francisco presenta tres naves cubiertas por bóvedas de arista con dobles arcos fajones. Es un ámbito sombrío si se contrapone al exterior. Densamente decorado, el predominio espacial corresponde a la amplia nave central que, en sus cinco tramos rectangulares, se ilumina difusamente por los ricos vitrales de los lunetos ejecutados por el español Antonio Struch y donados por familias tradicionales tucumanas.
Dicha diafanidad se acrecienta en el crucero, donde se sitúa la magnífica cúpula con lucernario, por la cual se diluye el espacio con reminiscencias del célebre Gesú de Roma.
El enriquecimiento interior, si bien predominante sobre la nave central, no se agota allí, y se transmite a las naves laterales, decididamente más bajas y de planta cuadrada, con fuerte expresividad. La riqueza se cristalizará en sugerentes retablos enfrentados sobre los laterales, y en el sistema estructural con arcadas y pilastras pareadas estucadas, que cromatizan, además de estilizar, la función soportante de estos.
Se debe admitir que toda la riqueza decorativa, difícilmente alcanzada por otro templo, es empleada, no para fundir límites o confundir los elementos constitutivos, a la usanza del barroco, sino para perfilar y explicitar las distintas partes estructurales. El muro o las arcadas no se funden con la bóveda: una gran cornisa balcón separa las funciones de sustento con las sustentadas; ni las pilastras con el arco. Es más: los componentes subsidiarios están vigorosamente marcados, como las aristas, arcos fajoneantes y lunetos de la nave.
Abstrayéndonos de la presencia de la cúpula (que equilibra, al par que libera el espacio), señalaremos la rotunda manifestación que adquiere el gran retablo (aludiendo esquemáticamente a las formas de la fachada), ubicado detrás del presbiterio, y portador de toda la carga emotiva, ayudado por la predominancia de la nave, y sin que los corredores laterales perturben sus visuales. En su ornato y movilidad, todas las miradas convergen hacia allí, quedando el resto como adecuado y prestigioso marco de esta relevante pieza, donde la arquitectura encuentra vibrante culminación.
Solo cabría mencionar, dentro del esquema de la nave, una prolongación del brazo norte del crucero, liberando el espacio hacia donde se ubica la capilla del Santísimo Sacramento, que se aleja del vocabulario formal utilizado para el templo.

Iglesia de San Francisco: la fachada






El templo de San Francisco reconoce un parentesco formal con sus homónimos y contemporáneos de las vecinas provincias de Salta y de Catamarca, merced a que en ellos tuvo activa participación e influencia el religioso franciscano Fray Luis Giorgi, quien les confirió esa fisonomía en la segunda mitad del siglo pasado. Se deben agregar a esta familiaridad las iglesias de la Viña, en Salta, y San Francisco de Jujuy. Esta intención manifiesta de arquitectura de fachada – que es donde intervino prácticamente Giorgi – es reiterativa en los citados ejemplos, produciéndose, en cambio, diferencias contrapuestas en sus disposiciones de planta.
La fachada, como “gran volumen sin torres, no acusa una relación con las naves a las que antecede”, formando un protegido nártex. En el gran plano frontal, con un lenguaje escenográfico de influencia italiana, se plantea un riguroso orden compositivo de tres cuerpos seccionados por una fuerte cornisa: el primero define las grandes arcadas de acceso donde se destacan las magníficas rejas de hierro forjado que tamizan las luz y fortifican la seguridad; el segundo, muy ciego, a nivel del coro, traza algunas arcadas, y el último, con severo campanario que es aligerado lateralmente con espigados pináculos de florones y las volutas que lo vinculan con las calles adyacentes.
En número de tres, también, se organizan las calles verticales, remarcadas con columnas y pilastras organizadas como órdenes superpuestas que buscan mitigarse en la elevación. La composición termina por obtener esbeltas proporciones y alcanzar el buscado efecto de silueta.
Dentro de este tipo, la fachada se aleja de las propuestas mas cromáticas que se gestaron en el Noroeste. Pero en esa fisonomía austera, sus ricas formas y motivos ornamentales italianizantes (combinación de pilastras con dobles columnas, arcos ciegos y perforados, balaustradas con función decorativas, gráciles pináculos) la prestigian, y señalan un acento de cuño manierista.
Por otra parte la esplendorosa fachada del templo franciscano, que jerarquiza todo el sitio, puede ser contemplada en toda su dimensión por la distancia pública que se desarrolla hasta la plaza principal ubicada en diagonal.
La visión en escorzo resalta la importancia adquirida por la masa del volumen, y cobra preponderancia la magistral cúpula recubierta con azulejos Pas de Calais, muy decorativos, que se trasforma en una presencia constante en el perfil urbano. El domo confiere identidad a la zona y adquiere fuerza propia por la contrastante relación que se produce con los paramentos, casi desnudos, de la nave lateral del sur.

sábado, 9 de junio de 2007

Imaginería colonial





Dada su antigüedad e importancia histórica señalamos en primer lugar la imagen de San Miguel Arcángel, arcaica figura con la que se corona el retablo mayor y que la tradición señala como la imagen patronal que presidiera las ceremonias en Ibatín.
Se trata de una escultura tallada en madera de un metro de alto, que muestra al ángel vestido como soldado de una legión romana, en actitud de derribar briosamente al demonio (bajo la forma de una figura de hombre ingenuamente mutado en monstruo, con la adición de cuernos y alas de murciélago). La bestia sostiene un tridente.
La presencia angélica opone su pose decidida y viril a la ambigüedad del diseño de su rostro, de rasgos claramente feminoides. Escultóricamente hablando, la forma angulosa en que se recortan los pliegues, la riqueza áurea de la decoración, la concepción arcaizante de las formas y la técnica de la talla directa policromada sin aditamentos, avalan una lejana data, ubicada en el siglo XVI. Por lo tanto, es la escultura más antigua que atesora el templo.
En el convento señalamos la presencia de dos imágenes de la Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción.
La primera se encuentra presidiendo el refectorio encerrada dentro de un nicho. Si bien se la exhibe imagen de vestir, se presume que su morfología original era de una talla entera sin adición de ropajes. En un afán de aggiornamento, se desbastó el volumen originario, a fin de adaptarlo a la cobertura con ropas de tela. Cabeza y manos están talladas en madera dura y encarnada traídas del Alto Perú y empotradas en un cuerpo de madera de higuerón realizado en Tucumán por un artesano de la zona. Esta imagen procedente del convento franciscano de Ibatín, luce una importante corona imperial de plata y una gargantilla de perlas falsas remontándose su factura a fines del siglo XVII.
La segunda, se ubica en el recodo de la escalera que comunica con la planta alta del claustro, detrás de un vidrio. Se trata de un ejemplar de vestir, con cuerpo trabajado en madera y en forma sintética a fin de sustentar con su estructura las vestimentas. El peso escultórico lo lleva la cabeza, las manos, los pies y la peana adornada con angelillos.
Con su rostro de serena belleza y gesto distendido, se la ubica como pieza salida de manos de un artista profesional español y traída a mediados del siglo XVIII.
En uno de los retablos de la nave lateral sur, se venera el conocido como San José de los Molina, imagen de evidente origen cuzqueño, cuya denominación alude a la familia a la que perteneciera y que fuera la donante junto con el retablo en que se conserva.
Su primitivo propietario fue Don José Molina, vecino tucumano del siglo XVIII, y quien casado con Josefa Villafañe, le tuvo especial devoción en su residencia. Vestido antaño a la usanza de las imágenes tradicionales americanas: gola de encaje, corbatín negro y chaqueta, lo que justificaba ser conocido como “el Santo Caballero”. Se acompañaba su atuendo por una amplia pollera que dejaba aparecer las piernas calzadas con sandalias. Se cubría con una suntuosa capa bordada en plata. Actualmente se exhibe bajo la apariencia usual, con túnica y manto, conservándose las viejas ropas en una caja en el mismo altar.
Finalmente señalamos la presencia de un Ecce Homo, de gran expresividad, en el que se utilizaron artilugios técnicos para incrementar el efecto dramático de la figura. Por tal motivo se cubrió a la talla en zonas con fragmentos de tela encolada, pintada con la tonalidad de la carne, y luego parcialmente arrancada. Esto produce el efecto de piel desprendida a causa de las torturas. Otro recurso de la imaginería colonial al servicio del contenido emocional. Fue traído del Alto Perú a mediados del siglo XVIII.

miércoles, 6 de junio de 2007

Patrimonio religioso





Nuestro templo franciscano posee un importante patrimonio religioso. Dada su amplitud, en estas líneas citaremos algunos ejemplos.

En primer lugar mencionaremos el de mas relevancia, el "Lignum Crucis", es decir, un fragmento de la cruz donde murió suspendido Nuestro Señor Jesucristo por la redención del género humano, que se conserva en un relicario de pequeñas dimensiones con los símbolos de la Pasión y que se trajera de Roma en el año 1916. La misma es puesta a la veneración de los fieles el Viernes Santo y con ella se realiza el Via Crucis en horas de la tarde por las calles de nuestra ciudad.

Una canción religiosa dice: "Venid oh cristianos - la cruz veneremos - la cruz recordemos - de Cristo Jesús…", y el pueblo católico la considera una "reliquia de primer orden" ya que nos recuerda lo mucho que padeció Jesus por salvarnos.

Citamos ahora la "piedra ara" que perteneció al altar portatil que usó San Francisco Solano en sus misiones entre los aborígenes del antiguo Tucumán. La misma es una piedra negra de basalto de forma cuadrada resguardada en un relicario de madera tallada y policromada ejecutada en 1745 mientras que el altar portátil fue llevado a principios del siglo XX a la Basílica de San Francisco de la Capital Federal y allí se conserva.

Otra pieza de alto valor es una cruz de ébano con su Cristo de marfil que perteneció a Monseñor José Agustín Molina y Villafañe, religioso que tuvo una larga actuación en la historia de nuestra provincia y que fuera uno de los mas grandes benefactores de la Orden Franciscana, a tal punto que quiso ser sepultado en el altar mayor de nuestro histórico templo y finalmente una cruz de madera de 50 centímetros con Cristo y punteras de bronce que se sostiene en una base que contiene reliquias de grandes santos de la Orden Seráfica y que Su Santidad, el Papa León XIII bendijera y obsequiera a la Iglesia de San Francisco de Tucumán.


martes, 5 de junio de 2007

Sacristía




Dependencia del templo destinada a la custodia y conservación de todos los elementos utilizados para el culto y en donde el sacerdote se prepara para la celebración de la Santa Misa.La sacristía de la Iglesia de San Francisco, de considerables dimensiones, fue levantada en 1889 y vino a reemplazar a la antigua, mucho más modesta. Se encuentra completamente decorada con frescos ejecutados en 1924 por Aristene Pappi. En la gran bóveda que cubre la sacristía, se aprecian escenas de la vida de San Francisco de Asís, mientras que en su friso Pappi retrato a grandes santos de la Orden Franciscana. Su equipamiento se compone de tres grandes "cajoneras" de factura hispana trabajadas en madera tallada y una imponente mesa de mármol de Carrara donada en 1891 por la "Guardia de Honor del Sagrado Corazón". Se destaca también un reloj de péndulo traído de Alemania y las baldosas blancas y negras del mismo material que la mesa. Esta importante sacristía conserva un conjunto de ornamentos litúrgicos del siglo XVIII y XIX ricamente trabajados y valiosas piezas de oro y plata que constituyen parte del patrimonio artístico de nuestra iglesia. Es lamentable acotar el deterioro que sufre la sacristía debido a razones de público conocimiento. El avance constante de la humedad ha provocado el hundimiento de sus cimientos causando serias fisuras en paredes y bóveda y las bellas pinturas se van desdibujando cada vez más. A tal punto llega el daño que la antigua araña que iluminaba este sector se desprendió y cayo pesadamente sobre la mesa resultando imposible su restauración. Gracias a la Providencia Divina, no hubo que lamentar víctimas y curiosamente la mesa resulto ilesa. Esperamos que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y de ese modo evitemos males mayores.

jueves, 15 de febrero de 2007

RIQUISIMO PATRIMONIO ARTISTICO





EL COMPLEJO HISTORICO Y CULTURAL DEL CONVENTO Y TEMPLO DE SAN FRANCISCO DE ESTA CIUDAD CUSTODIA ENTRE SUS VENERABLES MUROS UN VALIOSISIMO PATRIMONIO ARTISTICO. MUCHOS DE ELLOS, RELIQUIAS DE SIGLOS Y DE INVALUABLE VALOR.
DADA SU AMPLITUD, EN LAS PAGINAS SIGUIENTES VEREMOS SOLO LOS EJEMPLOS MAS REPRESENTATIVOS.

ENTRE LAS PIEZAS DE PLATERIA COLONIAL MERECE DESTACARSE LA GRAN CUSTODIA (U OSTENTORIO) EJECUTADA EN EL AÑO 1748 EN EL ALTO PERU. CON UN METRO DE ALTO, FUE EJECUTADA EN PLATA BAÑADA EN ORO Y ADORNADA CON 32 DIAMANTES, SESENTA Y CUATRO PIEDRAS FINAS, CUATRO TOPACIOS, DOS AMATISTAS, PERLAS CULTIVADAS Y SU PESO ES DE APROXIMADAMENTE 6.500 GRAMOS. SU TRABAJO DE ORFEBRERIA USO LAS TECNICAS DEL "CALADO", EL "REPUJADO" Y LA "FUNDICION", PARA LOGRAR UNA OBRA DE PRIMER NIVEL. ES UTILIZADA EN CONTADAS OCASIONES Y ES SIN DUDA "LA JOYA DEL TESORO" DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO.

ASIMISMO PODEMOS OBSERVAR DOS ACETRES CON SUS HISOPOS DE PLATA TRABAJADA A MANO FECHADOS EN 1777, UN CONJUNTO FORMADO POR UNA CRUZ PROCESIONAL Y DOS CIRIALES DEL MISMO MATERIAL Y TRES TURIBULOS (O INCENSARIOS) CON SUS NAVETAS DE PLATA TRABAJADOS A MANO DE FINES DEL SIGLO XVIII Y DOS CALICES DE ORIGEN CUZQUEÑO DE PLATA BAÑADA EN ORO.

DEL SIGLO XIX ENCONTRAMOS UN JUEGO DE PLATA LABRADA FORMADO POR UN CALIZ DE 638 GRAMOS CON SU PATENA, UN COPON DE 947 GRAMOS, UN PAR DE VINAJERAS CON SU BANDEJA DE 306 GRAMOS, UNA PALMATORIA Y DOS CAMPAÑILLAS DE 362 GRAMOS. SU USO ES EXCLUSIVAMENTE PARA LAS FUNCIONES SOLEMNES.

UN CALIZ GRANDE DE ORO ADORNADO CON DIAMENTES, RUBIES Y ESMERALDAS USADO SOLAMENTE POR LOS OBISPOS QUE CELEBRABAN EN SAN FRANCISCO, ENTRE EL QUERIDO Y RECORDADO SEÑOR ARZOBISPO, MONSEÑOR BERNABE PIEDRABUENA.

UN CALIZ GRANDE DE PLATA LABRADA CON PERLAS CULTIVADAS Y CUATRO CALICES DE MENOR TAMAÑO DE PLATA BAÑADA EN ORO CON PIEDRAS SEMIPRECIOSAS.

SE CONSERVAN TAMBIEN TRES CUSTODIAS DE PLATA, DOS DE ELLAS BAÑADAS EN ORO CON PIEDRAS SEMIPRECIOSAS.


lunes, 12 de febrero de 2007

HERENCIA JESUITICA





LA ORDEN FRANCISCANA, DESDE 1771, SOLICITABA A LA REAL JUNTA DE TEMPORALIDADES SE LES CONCEDIERA EL ESTABLECIMIENTO QUE PERTENECIO A LA COMPANIA DE JESUS, EXPULSADA DE AMERICA EN 1767. TENIAN NECESIDAD DE CONTAR CON UN EDIFICIO ADECUADO PARA IGLESIA Y COLEGIO.
LA RESOLUCION DE LAS SOLICITUDES DE LOS FRANCISCANOS SE DILATABAN POR QUE LOS ADMINISTRADORES DE LAS TEMPORALIDADES SE ABOCARON CON PRIORIDAD A LA VENTA Y REMATE DE PROPIEDADES DE LOS EXPULSOS.
CUANDO LA JUNTA DE TEMPORALIDADES FINALIZO CON LAS VENTAS MENCIONADAS, SE ABOCO AL ESTUDIO DE LAS SOLICITUDES DE CESION DEL CONVENTO, IGLESIA Y DE SUS PATRIMONIOS ARTISITICO - RELIGIOSOS.

FUE ENTONCES QUE EL 7 DE JUNIO DE 1784, Y LUEGO DE INTERMINABLES Y ENGORROSOS TRAMITES, LA REAL JUNTA MUNICIPAL DECIDIO, CON ACUERDO DE TODOS SUS MIEMBROS PROCEDER A OTORGAR LA CESION DE LA IGLESIA Y COLEGIO A LOS FRANCISCANOS. POR OTRA PARTE, SE DIO INSTRUCCIONES PARA QUE SE PROCEDIERA DE INMEDIATO A REALIZAR EN INVENTARIO Y ENTREGA DE BIENES Y ALHAJAS QUE DEBIAN RECIBIR LOS FRANCISCANOS.
SIN EMBARGO, EL PADRE CUSTODIO FRAY FRANCISCO DE ALTOLAGUIRRE GESTIONABA ANTE LA CORTE ESPAÑOLA LA ADJUDICACION PERPETUA DEL ANTIGUO ESTABLECIMIENTO JESUITA, QUE SE HIZO EFECTIVA MEDIANTE CEDULA REAL DE CARLOS III DEL 4 DE JUNIO DE 1785.

DEL PATRIMONIO JESUITICO, SOLO SE CONSERVAN ACTUALMENTE DOS IMPORTANTES PIEZAS.
LOS PADRES DE LA COMPANIA TENIAN ES SU TEMPLO DE "SANTA MARIA MAGDALENA" - TAL ERA LA DENOMINACION - UN CRISTO CRUCIFICADO QUE SE EXHIBIA EN UN RETABLO CUBIERTO POR UN VELO Y FIGURA EN EL INVENTARIO LEVANTADO EN 1768 POR LA JUNTA DE TEMPORALIDADES. SU MERITO Y DIMENSIONES SE EXPLICITAN AL SEÑALARSE QUE ESTABA "BIEN ENCARNADO" Y ERA "GRANDE, COMO DE ESTATURA REGULAR DE HOMBRE".
BARROCO EN SU CONCEPCION FORMAL, LO ES TAMBIEN EN EL DESBORDADO CROMATISMO QUE SU AUTOR USO PARA REPRODUCIR LAS VIOLENTAS TONALIDADES DEL CUERPO LACERADO. LA CONCEPCION DEL ROSTRO, EN UN ALARDE DE VERISMO, REVELA CLARAMENTE LA CONDICION AGONICA: OJOS ENTREABIERTOS, BOCA DISTENDIDA Y DERRAME DE SANGRE EN LAS COMISURAS. SE LO EXHIBE INTEGRANDE UN CONJUNTO DE "CALVARIO" Y SE CONVIERTE EN UNO DE LOS CRUCIFICADOS DE MAYOR VUELO EXPRESIVO Y ONDA SENSIBILIDAD ARTISITICA EXISTENTES EN LA PROVINCIA DE TUCUMAN.


TAMBIEN INVENTARIADO CON LOS BIENES JESUITAS, PERO DE FACTURA Y TECNICAS MAS POPULARES, SE MUESTRA YACIENDO DENTRO DE UNA URNA, UN CRISTO CUYA EJECUCION REVELA EL USO DE LA "TECNICA MIXTA". TALLADOS EN MADERA DURA LA CABEZA, PIERNAS Y BRAZOS, SE ENSAMBLAN DENTRO DE UNA CAJA TORAXICA RUDIMENTARIA, CONSTRUIDA MEDIANTE EL USO DE MAGUEY Y TELA ENCOLADA. SE LO REPRESENTA YA MUERTO, CON LOS OJOS CERRADOS, CONDICION QUE LO HACE APTO PARA USO EN LAS CEREMONIAS DE LA "DEPOSICION DE LA CRUZ" DEL VIERNES SANTO. PENSANDO EN ELLOS, SUS HOMBROS SE ARTICULARON CON TELA ENCOLADA, PERMITIENDO UNA AMBIVALENTE POSICION. SU PROTAGONISMO EN LAS CEREMONIAS QUE EN LA "SEMANA MAYOR" PROTAGONIZABAN LOS JESUITAS, SE MENCIONA EN EL INVENTARIO DONDE SE LO NOMINA COMO "UN SANTO CHRISTO QUE SERVIA PARA LA FUNCION DE LA AGONIA". HOY PODEMOS APRECIARLO EN EL RETABLO DE SAN JOSE Y FRENTE A EL LA CRUZ DONDE ERA SUEPENDIDO EL CRISTO.

viernes, 9 de febrero de 2007

PESEBRE DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO






ENTRE LAS TANTAS TRADICIONES QUE CONSERVA NUESTRO TEMPLO SE ENCUENTRA UNA QUE EMOCIONA Y ALEGRA A LOS PROPIOS Y VISITANTES, SIN DISTINCION DE EDADES: EL PESEBRE.

SABIDO ES QUE SAN FRANCISCO DE ASIS EN EL AÑO 1232, EN LA ERMITA DE GRECCIO, REALIZO POR PRIMERA VEZ LA REPRESENTACION DEL NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR, EN DONDE, SEGUN LA TRADICION, SE LE APARECIO JESUS EN FORMA Y FUE MECIDO EN LOS BRAZOS DEL SANTO.


HACE TREINTA AÑOS, EL QUERIDO Y RECORDADO RELIGIOSO FRANCISCANO, FRAY MIGUEL ERNESTO SCHELL, QUE DURANTE LARGO TIEMPO SE DESEMPEÑO COMO SACRISTAN DE NUESTRA IGLESIA, DESPUES DE HABER VISITADO Y RECORRIDO LAS PRINCIPALES CIUDADES DE "LA TIERRA DE JESUS", DIO COMIENZO A LOS TRADICIONALES PESEBRES QUE AÑO A AÑO, Y GRACIAS AL APORTE DE MUCHOS FIELES, IBA CRECIENDO HASTA CONSTITUIRSE EN LO QUE ES HOY.

CON MAS DE QUINIENTAS PIEZAS, REPRESENTA A GRANDES RASGOS LA SITUACION GEOGRAFICA PALESTINA EN TIEMPOS DE JESUS Y LOS MISTERIOS QUE PRECEDIERON EL NACIMIENTO DE JESUS. POR ESO, PUEDE OBSERVARSE LA CIUDAD DE JERUSALEM, DESTACANDOSE EN ELLA EL "TEMPLO DE SALOMON" CON LA PRESENTACION DEL NIÑO DE DIOS, LAS ACTUALES "MEZQUITAS DE OMAR Y AL - AKSA", EL "MURO OCIDENTAL", EL "PALACIO DEL REY HERODES" DONDE LOS MAGOS LE CONSULTAN SOBRE EL NACIMIENTO DEL MESIAS Y LA "PISCINA PROBATICA", CON EL "CIEGO Y EL PARALITICO" QUE FUERON CURADOS POR EL MISMO JESUS.

EN EL SECTOR CORRESPONDIENTE A NAZARETH, VEMOS LA "CASA DE LA VIRGEN" CON LA ANUNCIACION DEL ANGEL , LA "CASA DE LA SAGRADA FAMILIA", EL "TEMPLETE" CON EL DESPOSORIO DE MARIA CON JOSE Y "CASA DE SANTA ISABEL".

EN LA "CIUDAD DE BELEN" SE DESTACA EL "PORTAL DEL NACIMIENTO DEL NIÑO DIOS", ENTRE MARIA Y JOSE Y LOS PASTORES Y LOS REYES MAGOS QUE VIENEN A ADORARLE, SIENDO ESTE EL EJE DE TODO EL PESEBRE.


ES DIGNO DE DESTACAR LA FIGURA DE JESUS NIÑO, UNA TALLA DE MADERA POLICROMADA DEL SIGLO XVIII TRAIDA DE ESPAÑA Y EL ADMIRABLE TRABAJO ARTESANAL QUE TIENEN LAS CASAS Y DEMAS EDIFICIOS, TODOS ELBORADOS PACIENTEMENTE POR FRAY MIGUEL SCHELL, SU AUTOR.


EN DICIEMBRE DE 2005, EL SEÑOR INTENDENTE DE LA MUNICIPALIDAD DE SAN MIGUEL DE TUCUMAN, C.P.N. DOMINGO AMAYA, DESTACO CON UNA "MENCION DE HONOR" AL PESEBRE DE LA IGLESIA SAN FRANCISCO EN LA CATEGORIA "PESEBRE ORNAMENTAL" Y UN AÑO ANTES, FUE DECLARADO DE "INTERES TURISTICO".

jueves, 8 de febrero de 2007

EL TEMPLO DE SAN FRANCISCO: ARTE Y ARQUITECTURA






"LOS VALORES ARQUITECTONICOS DEBEN SER SALVAGUARDADOS..."

"SERAN SALVAGUARDADOS SI SON EXPRESION DE UNA CULTURA ANTERIOR Y SI RESPONDEN A UN INTERES GENERAL..."


La Carta de Atenas, CIAM, 1950


En la céntrica esquina de San Martín y 25 de mayo de la ciudad de San Miguel de Tucumán, se erige orgullosa la histórica y tradicional iglesia franciscana, iniciada en el año 1873 cuando se resolvió demoler el antiguo templo que daba preocupantes señales de deterioro e inaugurada solemnemente el 26 de setiembre de 1891. Para tal fin se convocó al arquitecto franciscano italiano Fray Luis Giorgi, quien se encargo de ejecutar los planos.


La iglesia de San Franciso reconoce un parentesco formal con sus homónimas y contemporaneas de Salta y Catamarca. merced a que en ellas tuvo importante participacion Fray Giorgi, quien les confirió esa fisonomía en la segunda mitad del siglo XIX. Se debe agregar a esta familiaridad las iglesias de La Viña, en Salta y San Francisco de Jujuy.


En el gran plano frontal, con un lenguaje escenográfico de influencia italiana, se plantea un riguroso orden compositivo de tres cuerpos seccionados por una fuerte cornisa: el primero define las arcadas de acceso, el segundo, a nivel coro, traza algunas arcadas que acoge la estatua de la Virgen Inmaculada, y el ultimo, con severo campanario, es aligerado lateralmente con espigados pináculos de florones y volutas.

Por otra parte, esta esplendorosa fachada que jerarquiza el sitio donde se emplaza, puede ser contemplada en toda su extensión debido a la distancia que se desarrolla hasta la plaza principal, ubicada en diagonal.

La visión en escorzo permite tambien contemplar la magistral cúpula cubierta con azulejos Pas de Calais y que se transforma en una presencia constante en el perfil urbano.


Su deslumbrante y neoclásico interior presenta tres naves cubiertas por bóvedas de arista con dobles arcos fajones. Densamente decorado con frescos ejecutados en 1925 por el plástico italiano Aristene Pappi, el predominio espacial corresponde a la nace central, que en sus cinco tramos se ilumina difusamente por los ricos vitrales de los lunetos donados por familias tradicionales tucumanas y cuya hechura fue encargada al artista español Antonio Struch. Dicha diafanidad se acrecienta en el crucero, donde se sitúa la cúpula, hoy lamentablemente fuera de la vista del público debido al deterioro que sufre.


El enriquecimiento interior, si bien predominante en la nave central, se transmite tambien a las laterales. La riqueza se cristalizará en sugerentes retablos enfrentados, todos trabajados en maderas talladas y doradas a la hoja, en donde se veneran imágenes talladas por aborígenes e hispanas.

Se debe admitir toda la riqueza decorativa, dificilmente alcanzada por otro templo, encuentra "vibrante culminación" en el ábside, donde se yergue el magnifico retablo del altar mayor, que alude esquematicamente a las formas de la fachada.


Solo cabría mencionar, dentro del esquema de la nave, una prolongación del brazo derecho del crucero, donde se ubica la Capilla del Santísimo Sacramento, diseñada y construida por el arquitecto tucumano Luis Terán Etchecopar e inaugurada en 1943. La decoración pictórica de la misma estuvo a cargo de Giuseppe "Pipo" Bercetti.

EL HISTORICO CLAUSTRO DE LA ORDEN FRANCISCANA





Junto al tradicional templo de San Francisco, se levanta en el solar original de la época jesuítica, el claustro de la Orden Franciscana. El mismo presenta los rasgos de una obra inconclusa, según la propuesta de proyecto elaborado en 1901 por el destacado arquitecto Pedro Vozza, natural de Piedimonte D' Alife, provincia de Caserta, Italia.


Su diseño mantiene vigente los antiguos cánones de la arquitectura monástica, tales como el Císter o la Orden de San Benito, en donde el patio es el "vacío ordenador" cubierto de vegetación, alrededor del cual se disponen locales en dos plantas.


Un detalle peculiar consiste en su "no terminación" lo que permite admirar el excelente trabajo con que se trazaron las bóvedas y se le dió la forma circular a las columnas permitiendo hasta el día de hoy el completo aislamiento del mundo exterior, ayudando al recogimiento y a la meditación, que lo convierte en una construcción única en nuestro país, referente cotidiano del paisaje urbanístico de la ciudad histórica de San Miguel de Tucumán.


Teniendo en cuenta sus numerosos antecedentes históricos fué declarado MONUMENTO HISTORICO NACIONAL el 20 de Marzo de 1987.

Entre ellos merecen citarse que funcionó como "Cuartel General del Ejército del Norte" comandando por el General Manuel Belgrano, durante la Batalla de Tucumán sirvió como "Hospital de Sangre" donde eran atendidos los soldados heridos, y además en su suelo recibieron cristiana sepultura los pocos héroes caídos aquel memorable 24 de Setiembre de 1812.

No menos importante es el hecho de que sus añosos claustros hospedaron a muchos de los Congresales de 1816 entre ellos Fray Cayetano José Rodriguez OFM y Fray Justo Santa María de Oro OP.

En 1856 cobijó entre sus paredes al celebérrimo franciscano Obispo de Córdoba y Orador de la Constitución Nacional Fray Mamerto Esquiú.


De su frondosa vegetación son dignas de destacar una planta de mangos "a cuya sombra descansaba de sus largas jornadas Fray Mamerto" y el árbol más antiguo que la tradición histórica supiera bautizar con el nombre de "Arbol de la discusión de la Independencia" que fue testigo del intercambio de opiniones, fatigas y alegrías, temores y valentías de los congresales al regreso de sus sesiones de la casona de Francisca Bazán de Laguna.


El actual Refectorio (comedor) del Convento, construído a mediados del siglo XVIII, fue "la habitación privada del General Manuel Belgrano" y sus venerables muros atesoran tras largos años de silencios gran parte de la intimidad del prócer creador de Nuestra Bandera.


Transcurria principios del año 1980 cuando accidentalmente se descubrieron "paredes antiguas" que según estudios arqueológicos corresponden a restos del primitivo convento de la Compañía de Jesús que fué comenzado a construír en 1687 haciendo de ellos "los vestigios más antiguos de San Miguel de Tucumán" luego de su traslado al actual emplazamiento. Por tal motivo toda la manzana del predio fue declarada "Lugar Histórico".






RELIQUIAS HISTORICAS: "CASULLA DE SAN FRANCISCO SOLANO"



Junto a la Sala Histórica, en una primorosa vitrina de madera laminada en oro donada en 1898 por el filántropo tucumano Don Juan Manuel Méndez, podemos apreciar una casulla.


La casulla es un ornamento litúrgico con forma de guitarra que era utilizada por el sacerdote encima de los demás ornamentos para la celebración de la Santa Misa pero dejo de usarse luego de la reforma de la Liturgia propiciada por el Concilio Vaticano II.


La particularidad de la casulla a la que nos referimos, es que fue de uso personal del célebre misionero franciscano, San Francisco Solano, que se abocó a la tarea de evangelizar a los indígenas en el noroeste argentino entre los años 1590 y 1594.


La misma fue confeccionada por indígenas del Perú utilizando hilos de seda, oro y plata en cuyo diseño se mezclan motivos de la iconografia europea y elementos muy caros relacionados con la mentalidad aborígen, tales como la profusión de motivos florales, un sol bordado en oro y una gran serpiente bordada en seda, haciendo de este ornato litúrgico una clara expresión de la "transculturación quincuagenaria".


La casulla, tejida en 1590 aproximadamente, formaba parte de un conjunto de manípulo, estola y cíngulo, que lamentablemente no ha llegado hasta hoy.
Es realmente una reliquia de alto valor y mérito, tanto en lo artístico como en lo histórico.

RELIQUIAS HISTORICAS: "BANDERA DEL GENERAL MANUEL BELGRANO"



Del lado derecho del altar mayor de este histórico templo se exhibe en un cuadro una Bandera Argentina. Su historia se remonta al año 1812, cuando el guardián del convento, Fr. Joaquín Masian, la hizo hacer para la escuela de San Francisco, a cuyo cargo se encontraba.
En efecto, en el archivo del convento, en el “Libro de ingresos - desde 1780 a 1843”, en el folio 153v se lee: “En la escuela se ha puesto una bandera de tafetán celeste y blanca con sus borlas de lo mismo y dos cintas de mas de cuatro dedos de ancho, una blanca y otra celeste que penden de la lanza...”.
Este párrafo pertenece a la parte final de un acta que abarca desde el folio 150v hasta el folio 154 y que lleva estas firmas: Fr. Joaquín Masian, guardián, Fr. Gavino Piedrabuena, Fr. Pedro José Acosta y Bernabé Araoz, síndico del convento desde 1812 a 1825. El síndico no solo administraba los bienes de los frailes sino que todos ellos figuraban a su nombre y tenia poder legal para disponer de los mismos.
En ella se lee:" Tucumán 1814".El hecho de que lleve esta inscripción, se debe a que el 25 de Mayo de ese año, en razón de festejarse el cuarto aniversario de la Revolución de Mayo, el Cristiano General Manuel Belgrano enarboló este estandarte en la "Plaza Mayor"( actual Plaza Independencia), de alli que la tradición popular la signe como" la Bandera de Belgrano". De modo que este famoso pabellón fue utilizado como "Bandera Oficial de la República del Tucumán entre 1812 y 1815 cuando el gobierno adquirió la propia"
Es esta entonces la primera bandera argentina que se hiciera en Tucumán y la segunda que se hizo en la Republica Argentina.

RELIQUIAS HISTORICAS: MUEBLES Y CRISTO DE LOS CONGRESALES



En el año 1816, Tucumán fue el escenario de la gesta histórica mas importante de nuestra historia: la declaración de la Independencia.
Para tal ocasión, y para que el Congreso pueda sesionar, la señora Francisca Bazán de Laguna, facilitó su propiedad ubicada en la calle Congreso segunda cuadra y el Convento de San Francisco prestó una mesa, tres sillones que se utilizaban para las Misas cantadas y una imagen del Señor crucificado.


Segun una respetada tradición oral, sobre esta mesa se firmó el Acta de Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 9 de julio de 1816. Al día siguiente, nuestro templo recibió al Director Supremo Don Juan Martín de Pueyrredón, al Presidente del Congreso, Don Francisco Narciso Laprida, al Coronel Bernabé Aráoz, gobernador de la Provincia, al resto de los congresales y al pueblo tucumano, en el solemne Te Deum de Acción de Gracias al Todopoderoso.

Otro hecho destacable es que otro 9 de julio pero del año 1947, el entonces presidente de la República, Teniente General Juan Domingo Perón firmó sobre la misma mesa el "Acta de Independencia Económica de la República Argentina".

Dichos muebles, fueron adquiridos por el convento franciscano durante la primera mitad del siglo XVIII para uso litúrgico, estan trabajados en madera de nogal y corresponden al estilo "Don José". Actualmente se exhiben en la "Sala Histórica", antigua contrasacristía del templo.


Ya en los ámbitos privados de los frailes, aun subsisten sillas y el llamado "Cristo de los Congresales", esta magnífica talla del Señor crucificado, según estudios realizados, se remonta al siglo XVII, teniendo en cuenta las técnicas empleadas para resaltar el dramatismo de la imagen, tales como el uso de tela encolada para imitar la piel desgarrada y planchas muy finas de vidrio que coloreadas del reverso representan las heridas abiertas y sangrantes.

Esta imagen solo la podemos apreciar el Viernes Santo para la celebración de la Adoración de la Santísima Cruz.

sábado, 3 de febrero de 2007

LOS FRANCISCANOS EN TUCUMAN: 441 AÑOS DE HISTORIA




El 31 de mayo de 1565, Don Diego de Villarroel funda en un paraje llamado Ibatin, la primitiva ciudad de San Miguel de Tucumán. En la ceremonia de fundación, estuvieron presentes cuatro franciscanos, entre ellos, el incansable Fr. Juan Pascual de Rivadeneira. Luego de hacer la traza de la ciudad, a los franciscanos se les concedió en terreno ubicado a dos cuadras de la Plaza Mayor.
El padre Rivadeneira, una vez que se hizo todos los protocolos de ese entonces para que se les entregue el terreno, comenzó a levantar su iglesia, convento, poniendo a ambos bajo el patrocinio de San Miguel Arcángel, y una escuela de primeras letras.
Se abocaron entonces a la evangelización de las tribus mas cercanas: Tafis, Amaichas, Lules y Siambones. Luego extendieron su obra a los Colpes, Silipicas de Calchaquí, Paquilingastas y Capayanes.
Hacia 1664, habían terminado de construir su iglesia y convento "habiéndose gastado gran suma de dinero en ellos".
En 1685, el gobernador de Catamarca, Don Fernando de Mendoza y Mate de Luna, ordeno el traslado de la ciudad a su actual emplazamiento. El mismo inicio el 24 de setiembre llegando el 29 del mismo mes.
Se hizo la ceremonia de refundación llamando a la nueva ciudad "San Miguel de Tucumán" en honor del arcángel, cuya festividad se celebraba ese mismo día.
Según el acta del cuatro de octubre del año expresado se ordena, entre otras distribuciones, que a la Iglesia Matriz se les de dos solares, "a los conventos del seráfico san Francisco y nuestra Señora de la Merced y colegio de la Compañía de Jesús, se les de otro tanto de terreno como lo tenían en el sitio viejo".


En 1686, se presentó ante el gobernador el padre guardián Fr. Miguel de Ortega solicitando la posesión del terreno que les correspondía. El gobernador procedió a la entrega del mismo con "todos los protocolos correspondientes", y comenzaron la edificación de su segunda iglesia, convento y escuela. Dicha porción de tierra era la manzana donde actualmente los frailes dominicos tienen su iglesia y convento.
Si bien la construcción fue lenta, continuaron con la tarea evangelizadora que habían iniciado el siglo pasado en una iglesia que no era mas que un simple galpón.
En el año 1767, los religiosos de la Compañía de Jesús, fueron expulsados por orden de Carlos III de todos sus dominios. Por tal motivo, el colegio y convento que estos poseían en la ciudad, ubicado en la actual manzana de San Francisco pasaron a manos del Clero.
La pobreza general y el estado avejentado de las construcciones que habían dejado sus legítimos dueños, fueron las causas que trajeron al Clero a una angustiosa situación y abandonaran las instalaciones.
Este hecho puso al habla a franciscanos y dominicos. Estos habían llegado en 1782 por la escasez de sacerdotes para atender las necesidades espirituales de los vecinos.
Los dominicos ya se habían instalado en el colegio de Lules y un pequeño sector en el colegio de la ciudad.
La Junta Real de Temporalidades otorgo a los franciscanos el uso de las instalaciones jesuitas por un plazo de cuatro años. Esto fue en 1784. Sin embargo, al año siguiente, el Padre Custodio Fr. Francisco de Altolaguirre tramitaba en España la posesión perpetua del colegio y convento.
La Corona accedió al pedido transfiriendo a los franciscanos dichas instalaciones el 4 de junio de 1785, fecha en que estos cedieron su antiguo convento a los frailes dominicos.


La iglesia que recibían los franciscanos era, según las descripciones, de una sola nave con una torre ubicada a la derecha del acceso, mientras que al convento de accedía por la actual calle San Martín.

Si bien este templo sufrió varias modificaciones, es considerada la mas importante la que ejecuto el ingeniero francés Pedro Dalgare Etcheverry, autor de la Catedral de esta ciudad. Como era el templo que en mejor estado se encontraba, todas las funciones que se realizaban el la Matriz, pasaron a este.
Es por eso que el 24 de marzo de 1816, los diputados del Congreso de Tucumán, celebrarían la Misa impetratoria de apertura, y el 10 de julio del mismo año, al día siguiente de haberse declarado la Independencia, se canto allí el solemne Te Deum.
Cuatro año antes, en 1812, parte del convento fue utilizado como cuartel y luego hospital de heridos del ejercito al mando del general Manuel Belgrano que dio batalla en Tucumán aquel memorable 24 de setiembre. Agregamos también que en el se alojaron muchos de los congresales que asistieron al Congreso.


En 1855, San Francisco es erigida como parroquia con la denominación de "Curato de la Victoria", quedando dividida del curato rectoral por la calle de San Francisco "que gira de sud a norte, en toda su extensión hasta tocar los extremos del territorio".
En el año 1873 se dio inicio a la construcción de la actual iglesia a cargo del contratista nacional Ramón Berroa, demoliendo el antiguo frente y levantando el actual finalizándolo en 1884.
Al año siguiente, 1885, procedente de Córdoba llega Mariano Güell para continuar con los trabajos iniciándolos en mayo del mismo año. Desde entonces la labor no se detuvo.
En la mañana del 17 de setiembre de 1887, quedó inaugurada la nave central y, el 26 de setiembre de 1891, en una solemne ceremonia, se realizó la bendición y consagración del nuevo templo.


La fachada del templo franciscano, compuesta de tres pisos, alberga en sus arcos de acceso unas magnificas rejas de hierro forjado, realizadas en España donadas en 1891.
Su interior, de tres naves, presenta un estilo barroco, adornado con hermosos altares "dorados a la hoja", en donde se puede admirar imágenes indígenas y de la época hispana.
Apreciamos también los pulpitos que son sin duda los mas importantes de la Provincia.
En el fondo del presbiterio, y como una coronación de todo el conjunto, se levanta el magnifico altar mayor, diseño del celebre Fr. Luis Giorgi, quien también diseño la fachada y los pulpitos del templo.
Hacia 1941, comenzó a construirse la capilla del Santísimo Sacramento en la prolongación del crucero, trabajo realizado por el arquitecto Luis Terán Etchecopar, obra inaugurada el 20 de noviembre de 1943. La misma fue decorada por el pintor italiano Giuseppe Bercetti, quien trabajo también en la decoración de la iglesia de la Merced. Finalmente acotamos que el interior del templo esta decorado con pinturas murales y decorativas realizadas por el italiano Aristene Papi, haciendo de todo el edificio un conjunto arquitectónico ecléctico, que es admirado por los de adentro como por los de afuera de la provincia.
Todos los antecedentes mencionados fueron tomados en cuenta por el Gobierno Nacional y declararon Monumento histórico Nacional al templo de San Francisco por resolución 4938 del 7 de julio de 1964, por el presidente Arturo Illía.


En cuanto al actual convento, sabemos que su construcción se inicio en junio de 1901 y la obra quedo paralizada en 1902 por falta de fondos.
Presenta un estilo románico manteniendo la estructura formal - funcional, método constructivo divulgado por ordenes monacales como el Cister.
La obra, autoría de los hermanos Pedro y Marcelino Vozza, arquitectos italianos, fue terminándose de a poco, a medida que se conseguía los medios necesarios, faltando aun el revoque de sus paredes y terminar tres de las galerías de la planta alta.
Teniendo en cuenta también sus antecedentes históricos el convento fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1987 y "Lugar histórico" a toda la manzana ya que en el centro de la misma se detectaron en el año 1980 restos importantes del colegio jesuita y que constituyen las construcciones mas antiguas de San Miguel de Tucumán, ya que datan del siglo XVII.

BIENVENIDOS




HOLA A TODOS!




Los saludamos fraternalmente desde "el jardín de la República Argentina", nuestra bendita provincia de Tucumán y les damos una cordial bienvenida a nuestro sitio.

Formamos parte de la Comunidad Franciscana que tiene 441 años de presencia en esta tierra, mas de cuatro siglos caminando senderos de fé, caridad e historia bajo el lema de PAZ y BIEN.

Queremos contarles que el actual templo "San Miguel Arcángel" ubicado en la céntrica esquina de 25 de Mayo y San Martín de la capital tucumana, forma parte juntamente con el Convento "San Francisco" situado sobre calle 25 de Mayo 110, de un importante complejo cultural-histórico y religioso que alberga entre sus paredes numerosas reliquias y atesora vívidos secretos de la rica historia argentina, aquella forjadora de hombres con profundo sentimiento patriótico que buscaron y encontraron un destino de grandeza para las nuevas generaciones de argentinos en Uniòn y en Libertad.

Este sitio nace a pedido de los numerosos turistas que día a día se enamoran de todo cuanto conocen cuando recorren nuestro complejo...es una manera de perpetuarnos en aquellos que nos han visitado y es también una manera de invitarte a visitarnos...
Esperamos con nuestras manos tendidas que el sitio sea de tu agrado...y desde ya anhelamos estrechar tus manos cuando visites Tucumán, la ciudad histórica donde la primavera es eterna.